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Se dice que somos la suma de nuestras elecciones. Mientras que a algunos nos salen bien las cosas, otros son menos afortunados. En cualquier caso, tanto los aspectos negativos como los positivos de nuestra personalidad conforman lo que llegamos a ser. Ya que las palabras son de poco valor, ¡haz que tus acciones cuenten! No te preocupes si todavía no estás seguro de quién eres o de lo que quieres ser; al final lo descubrirás. Las pequeñas decisiones pueden parecer insignificantes en ese momento, pero pueden tener consecuencias importantes y a largo plazo. Quizá podamos convencerte de ello cuando leas sobre esta joven pareja que acabó comprando accidentalmente una mansión escocesa.
